La Catedral acogió una Misa de Acción de Gracias, el sábado 16 de noviembre, al cumplirse cincuenta años de la presencia de las Hermanas Hospitalarias en Tenerife y con ellas del Complejo Acamán. Fue en 1969 cuando cuatro hermanas tomaron, desde Algeciras, rumbo a Tenerife. Desde entonces ha sido medio siglo involucrándose en las necesidades de tantos menores con discapacidad, acompañando sus procesos y a sus familias, fructificando en vidas dignificadas, en integración y acogida de sus derechos. 50 años haciendo presente al Dios hospitalario y misericordioso, al Dios de los sencillos y de la vida y, por eso, ahora les toca Festejar.
El Complejo Acamán se ha convertido en un referente en la atención a personas con discapacidad intelectual y daño cerebral adquirido y sus familias. Prestando una asistencia integral, que incluye los aspectos físicos, psíquicos, sociales y espirituales, con un carácter eminentemente humanizador. Asimismo, destaca por su compromiso decidido con la calidad técnica, contando con unos magníficos profesionales, a los que se suma el voluntariado, como una forma de implicación solidaria de la sociedad.
Siempre atentos a las demandas y necesidades sociales, sobre todo de las familias más desfavorecidas, Hermanas Hospitalarias, siempre de la mano de la Administración, y apostando por el servicio público y gratuito, han conseguido crear un entorno asistencial, con dos ubicaciones estratégicas en la isla de Tenerife: el Complejo Acamán, situado en La Laguna, en el barrio de Geneto, y que cuenta con un Colegio de Educación Especial, un Centro de Atención Diurna, un Centro Especial de Empleo y un Centro de Daño Cerebral Adquirido, éste pionero y único en Canarias. Para dar cobertura al sur de la isla, la Residencia Acamán – Arona, cuenta con una residencia de trastornos de conducta y dos centros de atención diurna, donde acuden personas con diversidad funcional y trastornos de conducta.
Todo esta gran labor social, no sería posible sin el equipo de profesionales de Acamán, que en un número ya superior a los 150, dedican todo su saber, esfuerzo e ilusión a la misión que tienen marcada.